sábado, 29 de noviembre de 2008

Copos otoñales

Las previsiones no han fallado; llegó la nieve. Esta mañana se soltó a nevar y acabó cuajando en una fina capa, y cuando ya empezaba a hacerlo en el asfalto, paró y en poco tiempo se fue fundiendo. El resto del día siguió nevando a ratos pero ya sin cuajar; eso sí con mucho frío, el aire cortaba, que a pesar de soplar del Suroeste no dejó llegar el termómetro ni a los 3º. Entre ayer y hoy han caído 22 litros/m².

3 comentarios:

Manuel dijo...

"Poco a poco la vieja hila el copo" dice el refrán.
Y copo a copo y gota a gota... si han caido 22 litros entre los dos dias, no es cantidad despreciable y es seguro que aliviará en parte al campo aunque los regatos no corran. Aquí en Salamanca, frío todo y más; nieve nada; agua poca; mucha menos que ahí. -Manolo-

Salva dijo...

Los que vivimos en Cataluña desde hace bastante tiempo, creo que hemos cambiado nuestra temperatura corporal, aun así todavía nos quedan reminiscencias de la tierra y nos hace más resistentes al frío.
Aquí, en Tarragona, la temperatura es más cálida que en Salamanca.
El tema del agua es preocupante. Yo recuerdo el pequeño regato que cruza, más o menos por el centro de mi pueblo, que en invierno bajaba rompiendo el cauce. Desconozco si sucederá lo mismo. Había épocas en las que llovía copiosamente y los viejos decían: "Se va a pudrir La tierra de las huertas".
Entonces, los hombres trabajaban arreglando aperos de labor, o cotaban leña en las cuadras.
Que buen día aquel en el que la lluvia suspendía la escuela. Yo me iba al corral donde estaba mi padre, arreglando una BRIENDA o cualquier otro utillaje de labor. Recibía la visita de algún vecino y hablaban de historias pasadas en otros días de lluvia.
El olor del heno perfumaba el aire y el calorcillo de la hacienda en sus compartimentos hacían grato el ambiente, mientras las cortinas de agua daban bandazos en la calle y el viento bufaba fiero en oleadas.
¡Que buenos recuerdos!
No nos hacía ninguna falta la consola, ni el móvil, ni el portátil, teníamos tanta fantasía que nventabamos juegos según lo tolerara el día. Salva

Anónimo dijo...

Huele, Huele. Y guele a pueblo vuestros comentarios referidos a los días de lluvia. Refrescan la memoria. Yo también los tengo de cuando era pequeño.
Los hombres se reunían en la fragua. Alli me quede con este que dice:
“pues no para de llover…. Y es que además hace mucho frío”.
“Es que está el aire de arriba. “
“¡Coño pero si a este aire nunca llueve.!”
“Si, pero este aire trae la nieve y cuando llueve al aire de arriba, hasta las piedras se ablandan.”

Bueno: Pues haber si cumple y empiezan a correr los regatos
(Paco)