viernes, 28 de noviembre de 2008

Tiempo cambiante

Menudos cambios repentinos de tiempo tenemos que soportar; heladas no demasiado fuertes primero, luego ese viento del Norte frío y desapacible; las dos últimas heladas ya más intensas, con casi -2º que han calado hondo y hoy nublarse de repente esta mañana y a llover, que por ahora es eso llover, aún sin pasar de los 6º en todo el día. Veremos lo que vendrá en los días siguientes, pues anuncian bastante malo, con nieve y todo.
No es zona de ver nieve tan temprano; la más madrugadora que recuerdo fué un 6 de diciembre de hará al menos doce años. Y oído contar de hace 90 ó más años caer una buena el 30 de noviembre y servir para nacer "la hoja", ya que hasta entonces no había llovido nada y recoger luego una buena cosecha. Excepciones siempre las ha habido.
Pues llueva ó nieve mal irá para algunas cosas, pero lo cierto es que los regatos están completamente secos y los manantiales poco más ó menos que en agosto ó setiembre.

2 comentarios:

Manuel dijo...

Pues no es muy bueno que los regatos no lleven ni gota de agua, como dices. Fríos por esta época, bien que los recuerdo unidos a las matanzas aquellas que reunían familias enteras por estos dias de San Andrés. Es que el santoral servía de pauta en toda época.
¿Tienes, Agustín, algún archivo o diario en el que vas anotando la vida del pueblo, su meteorología, etc.?. Si no es así, tienes una gran memoria (que Dios te la conserve). Ahora resulta más fácil, con solo tirar de hemeroteca (blogoteca) y ver en Directo Zarza, antiguo (por enlaces en tu blog) que hace dos años, por ejemplo, y por estos dias de finales de noviembre 2006, andabais muy; pero que muy sobrantes de agua, muy distinto a la situación de ahora. Como dices, rarezas y contrastes siempre han habido. Esperemos que además el frío y heladas, llegue la nieve anunciada o la lluvia. -Manolo-

Agustín dijo...

Estos fenómenos poco habituales son más fáciles de recordar que la rutina de lo corriente, pero ahora es todavía mas fácil y exacto al quedar documentado.
Cierto que la situación de ahora poco tiene que ver con la de hace dos años; los efectos de aquella crecida se notan todavía.
Es así la cosa, ó toda el agua junta ó se raciona.
Sobre todas estas cosas los antiguos pastores sabían latín. Memorizaban fechas, datos, de los muchos malos ratos que les tocó pasar: crecidas espectaculares, tormentas pavorosas, fríos intensos, que vivieron en primera persona por pasar más tiempo a la intemperie que a cubierto; sabían perfectamente los movimientos de las estrellas: "el carro", "las cabrillas"... entonces no andaban por ahí los satélites artificiales ni las misiones Apolo ni nada de todos esos artilugios espaciales.