Una buena
Si nos libramos de la nieve que sí cayó en Salamanca, no así de la helada, que por ahora es la más fuerte que ha venido, acompañada de cencellá, prueba de que algún rato hubo niebla. Faltó poco para los -3º, menos mal que el aire no movía, así se soporta mejor.
El paisaje era de postal.
Con estas heladas el suelo que no está apretado, al pisar cede crujiendo al romperse las finas puntas de hielo que se mantienen verticales y mantienenen un poco elevada la fina capa de suelo. Luego con el deshielo se cae y se forma un barrillo muy pegajoso.
A veces los caminos se deterioran mucho por este motivo.